La Virgen de la Junquera y los Danzadores de Treviana: Tradición, Fe y Comunidad

En el corazón de La Rioja Alta, el pequeño pueblo de Treviana mantiene viva una de sus tradiciones más queridas: la Fiesta de la Virgen de la Junquera, una celebración que combina devoción religiosa, danza ancestral y un profundo sentido de comunidad.

Ermita de Nuestra Señora de Junquera.

La ermita de Nuestra Señora de Junquera, construida en el siglo XVIII por los propios vecinos como muestra de fe, se convierte cada año en el epicentro de esta romería cargada de simbolismo.

Danzadores camino a la ermita.

La festividad, que suele celebrarse a finales de agosto, reúne a generaciones de trevianeses en una jornada que comienza con una caminata de tres kilómetros hasta la ermita, bajo el sol del verano riojano.

Uno de los elementos más distintivos de esta fiesta son los danzadores de Treviana, un grupo que ha sabido conservar y transmitir sus bailes tradicionales a lo largo del tiempo. Durante el evento, se interpretan danzas como el árbol, las ocho caras, los palos, el vals y el ciego, acompañadas por los gaiteros de San Asensio, quienes llevan más de 40 años poniendo música a esta celebración.

El Encuentro de Danzadores, que se celebra cada cuatro años, es un momento especialmente emotivo. En él participan tanto los danzadores actuales como antiguos miembros del grupo, creando un puente entre pasado y presente. Este evento no solo es una muestra de arte popular, sino también un homenaje a quienes han mantenido viva esta tradición, como Mari Carmen López Guzmán, impulsora de estos encuentros desde hace más de 16 años.

La fiesta culmina con una comida campestre en los alrededores de la ermita, donde familias y visitantes comparten mesa, recuerdos y alegría. Es un día en el que Treviana se llena de vida, color y emoción, reafirmando su identidad a través de la danza, la fe y la convivencia.

Fotografías realizadas en 2011. Ver galería completa: Enlace